2 de septiembre de 2011

"El éxito"




"Digamos, sin embargo, que eso que se llama éxito es algo bastante feo. Su falso parecido con el mérito engaña a los hombres. Para la muchedumbre, el triunfo tiene casi el mismo aspecto que la supremacía. El éxito, este artificio del talento, tiene una victima a quien engañar: la historia. [...] En nuestros días, ha entrado como sirviente en casa del éxito una filosofía casi oficial, que lleva la librea de su amo y le rinde homenaje en la antecámara. Hay que tener éxito: ésa es la teoría. La prosperidad supone capacidad. Ganen la lotería y ya serán hombres capaces. El que triunfa es objeto de veneración. Todo consiste en nacer de pie. Tengan suerte, lo demás ya llegará; sean felices, y lo considerarán grandes. Fuera de cinco o seis excepciones importantes, que constituyen la luz de un siglo, la admiración contemporánea no es mas que miopía. Lo dorado es considerado oro. No importa ser un cualquiera, si se llega primero. El vulgo es un viejo Narciso que se adora a sí mismo y que celebra todo lo vulgar. Esa facultad enorme, por la cual un hombre se convierte en Moises, Esquilo, Dante, Miguel Angel o Napoleón, la multitud la concede por unanimidad y por aclamación a quien logra su objetivo, sea quien fuere. Que un notario se transforme en diputado;[...]; que un eunuco llegue a poseer un harén; que un militar adocenado gane por casualidad la batalla decisiva de una época;[...]; que un intendente de buena casa, al dejar el servicio, sea tan rico que lo nombren Ministro de Hacienda; no importa: los hombres llaman a eso Genio,[...] confundiendo así con las constelaciones del abismo las huellas estrelladas que dejan en el lodo blando las patas de los gansos"


Fragmento del Libro Primero (pag 67/68 Ed. Longsoller, 2010)
 de la novela "Los Miserables" de Victor Hugo, publicada en 1862.

No hay comentarios:

Publicar un comentario