Un sistema de desvínculo: El buey solo bien se lame.
El prójimo no es tu hermano, ni tu amante.
El prójimo es un competidor, un enemigo, un obstáculo a saltar o una cosa para usar.
El sistema,
que no da de comer,
tampoco da de amar:
a muchos los condena al hambre de pan
y a muchos más condena al hambre de abrazos.
El hambre 2 / Eduardo Galeano. El libro de los abrazos
No hay comentarios:
Publicar un comentario